
¿Qué es ser ninfómana? La hipersexualidad, síntomas y tratamiento
La ninfomanía, un popular termino referido a mujeres con deseos sexuales insaciables, dicho término ha sido adoptado y modificado a lo largo de la historia y la evolución social, sin embargo, en la actualidad conocemos más sobre la conducta compulsiva sexual.
¿Ninfomanía o hipersexualidad?
El concepto de ninfomanía, se utiliza de forma popular para hacer relación con la adicción al sexo por parte de las mujeres, haciendo referencia a un deseo sexual elevado e incontrolable. Este término se usaba con anterioridad de forma despectiva, e históricamente se le otorgaba a las mujeres diagnósticas como la histeria para justificar una actividad sexual inusual.
Se realiza la descripción de una persona ninfómana como aquella que utiliza las relaciones sexuales como un medio para aliviar un malestar emocional y situaciones estresantes, con lo cual se da lugar a sentimientos de culpa, vergüenza, tristeza, ansiedad e inadecuación social.
En la actualidad, la comunidad científica ha dejado a un lado el término de ninfomanía y se le ha dado lugar al término conocida como hipersexualidad, haciendo referencia a un comportamiento compulsivo, obsesivo o ambos en relación con el sexo. De la misma manera, este comportamiento, afecta de forma negativa su vida y relaciones interpersonales, así como puede derivar en otros malestares físicos y mentales.
Hipersexualidad femenina y masculina
La hipersexualidad aplica para ambos géneros, sin embargo, se utilizan terminologías diferentes como sinónimos, en el caso de la hipersexualidad masculina, se le denomina satiriasis y en el caso de la hipersexualidad femenina, ninfomanía. Ambas terminologías hacen referencia a los mismos síntomas y causas del trastorno sexual.
La razón del uso de distintas terminologías se remonta a décadas pasadas, el deseo sexual excesivo e insaciable en la mujer era socialmente concebido como un fenómeno negativo, por lo cual causó conmoción y obtuvo el nombre de mujer ninfómana, por otro lado, el apetito sexual elevado en los hombres, no se concebía como un fenómeno a estudiar, sino más bien una normalidad.
La ninfomanía o satiriasis comparten entonces características generales distintivas de la conducta sexual disruptiva, esto son la práctica de experiencias sexuales con una alta frecuencia, así como el ejercicio de la masturbación o ver pornografía repetidas veces en el día, de la misma forma, la persona hipersexual no presenta un disfrute o placer al realizar dichas conductas, sino al contrario, se presenta un malestar.
Características de una persona ninfómana
En cuanto a la hipersexualidad en las mujeres, se presentan síntomas característicos del trastorno. Se presenta una falta de concentración, las mujeres ninfómanas experimentan un deseo sexual demasiado intenso e insaciable, se vuelve el centro de vida de la persona, los pensamientos se ven constantemente interrumpidos por fantasías sexuales o pensamientos relacionados con el acto sexual. Asimismo, hay un incremento desmedido de la libido, un simple aumento del deseo sexual en el que surge la necesidad de practicar el sexo, la masturbación o ver pornografía con mayor amplitud cada vez, se desarrolla una dependencia física y psicológica.
Aun cuando hay un incremento de la actividad sexual, no hay disfrute o placer sexual, es decir, no hay una satisfacción. Dichas conductas se ven acompañadas del arrepentimiento, la vergüenza, la culpa, síntomas depresivos y deterioro de las diversas áreas de su vida, especialmente el área laboral y social o interpersonal.
Tratamiento de la ninfomanía, hipersexualidad o adicción al sexo
Ya que la ninfomanía o hipersexualidad, son ambos términos que se refieren a una adicción sexual, pues el tratamiento también se asimila a un tratamiento común de trastornos por consumo de sustancias, siendo el foco principal la abstinencia temporal y la adquisición de herramientas para la regulación emocional y la sociabilización.
En cuanto al tratamiento médico y farmacológico, se acostumbra el uso de antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo para la regulación del deseo sexual. Ahora bien, en lo que respecta a la terapia psicológica involucrada, se recomienda el uso de la terapia cognitivo conductual, para centrarse en la interrelación del pensamiento, la emoción y la conducta, la terapia dialéctica conductual, focalizándose en la regulación emocional, grupos de apoyo y terapia de parejas en caso de ser necesario.
¿Qué causa un comportamiento sexual compulsivo?
Cuando nos referimos a los trastornos psicológicos o trastorno mental, no existe una causa única que pueda haber dado inicio a la patología como tal, sino más bien, hablamos de factores múltiples. En el trastorno de hipersexualidad, los factores predominantes que pueden causar el desarrollo de la patología son:
- Experiencias traumáticas en el transcurso de la historia vital, antecedentes de abuso sexual, especialmente en la infancia y la presencia de estrés crónico.
- La presencia de baja autoestima puede ser un detonador para realizar la conducta compulsiva, asimismo, se busca la aprobación a través de la conducta sexual.
- Antecedentes familiares y otros factores genéticos como desequilibrio en los neurotransmisores o actividad epiléptica en el lóbulo frontal, como lo es en el caso del trastorno obsesivo-compulsivo.

Algunas consecuencias de la adicción al sexo
Las personas con ninfomanía, presentan un deterioro significativo en diversas áreas de la vida, en el caso de las mujeres, para hacer mayor referencia al término, se observa que hay una disminución en la concentración y la atención, interfiriendo en su desempeño laboral o académico, esto es causado por la intensidad de los pensamientos obsesivos del sexo.
Por otro lado, en consecuencia a los sentimientos de vergüenza y culpa, presentan deterioro en las relaciones interpersonales, hay una tendencia al aislamiento y a la ruptura de relación, con lo cual, también se pueden desarrollar trastornos depresivos y ansiedad.
Finalmente, por la naturaleza de cómo se comporta una persona ninfómana, se verán envueltas en conductas sexuales de riesgo, esto es, practicar sexo sin protección, con desconocidos, en este sentido, serán más vulnerables a contraer enfermedades de transmisión sexual, VIH, HPV y embarazos no deseados.
Adicción al sexo y adicción a las sustancias
Las adicciones pueden ser hacia las sustancias o conductas adictivas. En el caso del sexo y las drogas, se encuentran similitudes en relación con la respuesta cerebral que se produce tanto en el ejercicio del acto sexual como en el consumo de drogas.
Así es como diversos científicos han estudiado que en el consumo de drogas y el sexo compulsivo, se activan los mismos sistemas recompensa que traducen la conducta como placentera, reforzando constantemente la acción, hasta derivar en un deterioro de los mismos.
Otra forma en que se pueden relacionar ambas adicciones es como uso de mecanismo de afrontamiento, un trastorno sexual en la mujer deriva una emocionalidad negativa, sentimientos de culpa y vergüenza, lo cual puede llevar al consumo de alcohol y drogas para aliviar este malestar, sin embargo, se crea un ciclo del vicio, ya que por sí misma, una adicción a las sustancias también desarrolla una emocionalidad y salud inestable.
Entre las sustancias más consumidas para la práctica del sexo son las estimulantes, la metanfetamina, la mefredona, el GHB, la ketamina, la cocaína y los poppers. Las sustancias son utilizadas para prolongar la duración del acto sexual, en esencia para aportar mayor energía a los individuos involucrados, ahora bien, se presentan múltiples consecuencias, debido a que las sustancias relacionadas son altamente adictivas, convirtiéndose en un ciclo de doble adicción.
Consecuencias del uso de drogas durante la práctica sexual
El consumo de sustancias interfiere con capacidad de pensar claramente, tomar decisiones y comunicarse, entre los escenarios que se podrían presentar se encuentran la intoxicación, la pérdida de conciencia, lo cual expone al sujeto a un abuso sexual, ya que se ve alterada la capacidad para consensuar el acto.
Por otro lado, se presentan disfunciones eréctiles, en la desinhibición de las drogas y el impulso sexual puede llevar al acto sexual sin protección, ocasionando enfermedades de trasmisión sexual, VIH y embarazos no deseados.
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